Vivir en Miami, un refugio para muchos cubanos, me ha enseñado el valor de enfrentar la vida con el corazón abierto. Esta ciudad me ha dado la fuerza para superar desafíos personales y profesionales, como lo hice al alcanzar el puesto de primera finalista en Miss Universe Cuba 2024.
En mi camino hacia el Miss Universe Cuba, he crecido como profesional en el medio del entretenimiento, aprendiendo, estudiando y creciendo emocionalmente e entendido muchas cosas y a los demás. Este viaje no solo fue un reto físico, sino también emocional. Durante la competencia, hubo instantes en que la presión parecía abrumadora. Sin embargo, en lugar de dejarme llevar por el estrés, me enfoqué en mi capacidad de reflexión y conexión. Compartir experiencias y apoyarnos mutuamente con mis compañeras fue clave para crecer juntas.
Miami, con su rica historia de cubanía y esperanza, me enseñó a ser resiliente. Aquí descubrí lo importante que es mantener la humildad y ser auténtica. Cada vez que he tenido la oportunidad de representar nuestra cultura, ya sea en el cine, la televisión o la pasarela, he aprendido a enfrentar los retos con valentía y confianza.
Ser la primera finalista en Miss Universe Cuba 2024 fue una experiencia que repetiría sin dudarlo. Este logro me enseñó a enfrentar cada desafío con confianza y humildad. A todas mis amigas y a la comunidad que me apoya, les digo: nunca subestimen el poder de entender y manejar sus emociones. Así, podrán conquistar cualquier reto que la vida les presente. La aventura nos espera, y estamos listas para afrontarla con el corazón.
Alina.
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